Mujer reconoce los tenis de su hermana Merari García en las fotos del rancho Izaguirre; aún mantiene la esperanza de que esté viva.
La desaparición de Merari Noemí García, una joven madre soltera de 19 años, sigue siendo un misterio angustiante para su familia.
A pesar de las pruebas que apuntan a su posible fallecimiento, su familia se niega a rendirse y continúa buscando respuestas sobre su paradero. Los recientes hallazgos en el rancho Izaguirre, en Teuchitlán, Jalisco, han arrojado nuevos indicios sobre su desaparición, pero aún no hay certezas.
¿Por qué Merari García pudo estar en el rancho Izaguirre?
La joven madre desapareció el 20 de mayo de 2024 después de aceptar una oferta de empleo falsa que la llevó hasta la central de autobuses de Zapopan. Desde entonces, su familia ha buscado incansablemente pistas sobre su paradero, pero solo han recibido algunas señales confusas.
En marzo de 2025, colectivos de búsqueda ingresaron al rancho Izaguirre, donde encontraron varios objetos personales de la joven, incluyendo sus tenis, maletas y una biblia que su madre le había regalado.
Aunque estos objetos parecen indicar que la joven estuvo en el rancho, su hermana Rubí insiste en que no se puede dar por muerta a su hermana sin una confirmación clara. La fiscalía informó que los cuerpos incinerados en ese lugar no permitieron obtener ADN debido a las altas temperaturas, lo que complica la identificación.
Mientras no tengamos una respuesta del gobierno, no podemos dar por muerta a mi hermana…tenemos la esperanza de que aún pueda aparecer con vida”.
Rubí compartió algunos de los pocos rastros que su familia ha recibido respecto a Merari, como una llamada telefónica realizada por la joven de 19 años desde la central de autobuses antes de desaparecer.
La falsa oferta de trabajo que desencadenó la desaparición de Merari García
Merari Noemí García había estado buscando trabajo para poder mantener a su hijo, quien tiene apenas un año. Tras haber tenido una relación complicada con su expareja, la joven encontró en una oferta de trabajo la oportunidad de mejorar su situación.
Se le prometió un empleo bien remunerado fuera del estado, con hospedaje, alimentación y un salario superior al de un militar. Sin embargo, su hermana Rubí alertó sobre las posibles irregularidades de esta oferta, que le parecía demasiado buena para ser cierta.
Pese a los consejos de su hermana, Merari decidió ir en busca de la oferta laboral. El día que desapareció, publicó en sus redes sociales fotos de cómo iba vestida, junto a las maletas y los tenis que más tarde serían encontrados en el rancho Izaguirre. Esa misma tarde, hizo la última llamada desde la central de autobuses de Zapopan, lo que marcó el fin de su rastro.
Han pasado diez meses desde su desaparición, pero la familia mantiene viva la esperanza de que Noemí regrese a casa. "Es un infierno no saber de ella", expresó Rubí, quien agregó que no juzgarán a su hermana por lo que haya tenido que hacer.
A las personas que la tienen, les pidió que se pusieran en los zapatos de las familias de los desaparecidos y que, por favor, devolvieran a su hermana.
El hallazgo de sus pertenencias en el rancho Izaguirre, que se ha relacionado con actividades delictivas, ha dejado a la familia con más preguntas que respuestas.
Aunque el gobierno aún no ha confirmado si Merari estuvo realmente en el rancho, su hermana y la familia en general siguen buscando justicia y un cierre para este doloroso capítulo.
La historia de Merari García continúa siendo un recordatorio de la tragedia que enfrentan muchas familias en México debido a las desapariciones forzadas.
Fuente: Actitud FEM