- Sabinalito está de luto. Está herido. Está furioso.
Juanita Castro no murió. A Juanita la mataron. La ejecutaron con una brutalidad que hiela la sangre, como si su vida no valiera nada.
Su único “crimen” fue trabajar. Ganarse la vida con esfuerzo y dignidad. Todos en la región la conocían: una mujer de lucha, madre, que vendía comida para sostener a su familia. Entre sus clientes estaban los Pakales, las fuerzas de reacción inmediata que, en teoría, debían proteger a la comunidad. Juanita les preparaba comida. Unos simples huevos. Pero en Sabinalito, hasta el acto más cotidiano puede convertirse en una sentencia de muerte.
Bladimir López Orantes y Antonio Martínez la secuestraron en Paso Hondo. La ataron de pies y manos. Le dispararon sin piedad. Y luego abandonaron su cuerpo en Guatemala.
¿Por qué? Porque la querían callar. Porque la habían amenazado para que dejara de vender comida a los Pakales. Porque en este rincón olvidado de México, ayudar a quienes luchan contra el crimen puede costarte la vida.
Pero la tragedia de Juanita no termina con su muerte. Ahora, su pueblo entero está amenazado. Bladimir López Orantes sigue libre, paseándose con total impunidad, advirtiendo que cualquiera que ayude a los Pakales correrá la misma suerte.
El miedo es un veneno que se ha infiltrado en cada rincón de Sabinalito. Los halcones de estos criminales vigilan cada movimiento, alertan a sus jefes y garantizan su escape a Guatemala cuando hay peligro.
Nos preguntamos: ¿dónde está el gobierno? ¿Dónde está la justicia? ¿Dónde están las promesas del Fiscal Llaven Abarca? Los Pakales aparecen solo de vez en cuando, lo suficiente para fingir que “hacen algo”, pero no lo suficiente para proteger a nadie.
Juanita era madre. Ahora, sus hijos han quedado huérfanos. Y Sabinalito, como tantas otras comunidades, sigue atrapado en el abandono y el terror.
¡BASTA YA!
Exigimos la presencia PERMANENTE de los Pakales en la frontera Santa Teresa Llano Grande - Guatemala. Exigimos una COORDINACIÓN real con las autoridades guatemaltecas para capturar a estos asesinos y acabar con esta red criminal. No queremos más discursos. No queremos más promesas vacías. Queremos JUSTICIA.
No permitamos que el nombre de Juanita se pierda en el olvido. No permitamos que su muerte sea solo una estadística más en la larga lista de impunidad.
Comparte, difunde, alza la voz. Que todo México sepa que Sabinalito está de pie. Que la muerte de Juanita no será en vano.
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✍🏻 Enzo Guzmán