San Cayetano, El Bosque, Chiapas – 15 de febrero de 2025
El dolor de Marcelina Pérez es inconsolable. En un instante, la vida le arrebató lo más preciado: sus tres hijos. Todo ocurrió la mañana del miércoles, cuando los pequeños, sin saberlo, consumieron pan envenenado que alguien dejó en la calle.
“Me dijeron que les dé leche, que les dé limón para que vomiten… se los di, pero ya no pude hacer nada”, relató la madre entre lágrimas. Sus hijos comenzaron a toser, a ahogarse, y aunque ella intentó desesperadamente salvarlos, los tres murieron en la ambulancia, camino al hospital.
Según los primeros reportes, el pan envenenado había sido colocado en la comunidad de San Cayetano, municipio de El Bosque, como parte de una estrategia para eliminar perros callejeros. Sin embargo, la falta de control y la irresponsabilidad de quienes tomaron la decisión derivaron en una tragedia impensable.
Las autoridades detuvieron a dos presuntos responsables, identificados como Martín y Bartolo N, quienes habrían autorizado el uso del veneno. Sin embargo, la justicia para Marcelina parece lejana. Nada ni nadie podrá devolverle a sus hijos.
Ahora, en su humilde hogar, tres camitas permanecen vacías. Tres voces se han apagado para siempre. Y una madre solo encuentra el eco de su dolor, preguntas sin respuesta y una herida que jamás sanará.